Si tu emprendimiento está en riesgo de continuidad o crecimiento debido a la falta de liquidez por facturas pendientes de pago, deudas por pagar u otra situación financiera, conoce en el siguiente blog las alternativas que te entrega el factoring para revertir estos escenarios.
Quizás tu pyme pasó su etapa de incubación gracias a un capital inicial y pudo funcionar así sus primeros años, pero hoy se encuentra en un período donde el pago por servicios o productos llega más tarde impidiéndole operar tranquilamente. O tal vez presenta otros problemas que no le permiten avanzar en sus proyecciones.
¿Qué hacer? Acudir al factoring, una alternativa de financiamiento que ayuda a obtener liquidez inmediata, sin incurrir en deudas con el sistema financiero.
Eso sí, es muy importante que tengas total claridad de la alternativa que más te conviene y los costos derivados de esta, según la fase en la que se encuentre tu negocio:
1. Despegue
Si la posibilidad de quedarse sin capital ni flujo de caja es algo latente en tu negocio y tu objetivo principal, ya en tu tercer año como pyme, es lograr sobrevivir al temido "valle de la muerte", tienes como opción recurrir al factoring.
En su formato tradicional, este tipo de financiamiento brinda a las pymes liquidez de manera fácil y rápida, permitiéndoles financiar los desfases entre sus ventas y el pago de ellas.
Su funcionamiento consiste en que cedes tus facturas o cheques por cobrar a una empresa financiera, la cual evalúa diferentes aspectos y, tras aprobar el financiamiento, te entrega un monto de dinero cercano a la cantidad adeudada, y en un plazo de entre 12-24 horas para encargarse luego de gestionar la cobranza con tu cliente.
También es factible que accedas al financiamiento de órdenes de compra, orientado a adelantar un porcentaje de los flujos futuros de órdenes de compra aceptadas formalmente por el cliente y un tercero, cuyo producto o servicio no ha sido entregado.
Ambas herramientas son muy útiles para:
- Obtener dinero en efectivo rápidamente y proteger los flujos de caja, sin poner en riesgo la continuidad del negocio.
- Tener el negocio en movimiento, mientras se cumple con los requerimientos de los proveedores.
2. Crecimiento
Supongamos que tu negocio opera sin problemas, pero no puede aspirar a crecer dado que tiene bienes pasivos a largo plazo, es decir, préstamos bancarios, saldos pendientes de pago a proveedores, entre otras deudas y obligaciones financieras.
Si es tu situación, lo recomendable es acudir al factoring financiero, producto diseñado para la re programación de pasivos y también para cubrir déficit de caja transitorios. Funciona como un crédito que entrega liquidez inmediata, respaldado con cheques cobrados en función del flujo esperado del negocio.
Gracias a esta herramienta, podrás reestructurar los pasivos, resolviendo temas financieros y aumentando el capital para centrarte en el crecimiento del negocio.
3. Fusión o adquisición
Si te acabas de fusionar con otra empresa o adquiriste un porcentaje de otro negocio, y comenzaron a construir una oficina para todos los colaboradores, pero en el camino se dieron cuenta que el capital para finalizar la obra no está disponible, recurre al financiamiento de contratos.
Este es un producto diseñado para el anticipo de flujos sobre contratos vigentes entre un cliente y un mandante, en este caso, entre tu negocio y la empresa a cargo de la construcción, donde el servicio se presta mensualmente y tiene un pago establecido.
Entrega a tu negocio una solución rápida para continuar con la obra, sin tener que parar hasta conseguir mayor capital.
4. Quiebra
Ya estás casi decidido a cerrar tu negocio por falta de rentabilidad, pero quieres darle una última posibilidad.
Crees que accediendo al factoring tradicional lograrás obtener liquidez y avanzar con el negocio, pero tus deudas y obligaciones a largo plazo son tantas que sería mejor optar al factoring financiero para reprogramar tus bienes pasivos.
Dado que el escenario es complejo y no tienes claridad sobre lo que debes hacer, lo recomendable es que te acerques a una empresa de servicios financieros y en conjunto busquen alternativas.
A modo de ejemplo, revisa el caso de COF Ingeniería, una pyme que con el apoyo de Logros encontró el financiamiento que mejor se adecuaba a sus necesidades y obtuvo la liquidez que requería para la continuidad del negocio.
¿Cuáles son los costos para tu negocio?
Tal como te contamos en blogs pasados, existen 3 elementos que la empresa de factoring analiza para aprobar o no el financiamiento, y entregarte los costos de sus servicios:
1. Tu perfil de empresa
Analiza tu historia como empresa, el tiempo que llevas operando, la continuidad de facturación, tu clasificación según los parámetros del Estatutos de las Pymes; en general, revisa el comportamiento y situación económica del negocio.
2. El cliente deudor
Evaluando el nivel de ventas y el comportamiento de pago del cliente deudor, la empresa financiera calcula el nivel de riesgo de hacer factoring.
3. La situación de la industria
Para fijar un precio se analiza el nivel de riesgo de la industria a la que pertenece tu negocio. Por ejemplo, los valores del factoring en el rubro de la construcción son mayores que en otros sectores, porque presenta riesgos más altos.
Aprovecha el factoring para fortalecer tu negocio
Si decides apoyar a tu pyme en alguna de sus etapas de evolución con ayuda del factoring, considera una entidad que te asesore en el uso de las distintas alternativas de financiamiento.
De esta manera, estarás informado permanentemente de los riesgos de tu negocio, cómo abordarlos y cómo anticiparse a nuevos problemas financieros. Todo con el fin de seguir avanzando hacia tus distintos objetivos comerciales.