Tener el financiamiento de la operación de tu negocio bajo control no una es tarea sencilla. Un descuido o un obstáculo, como la demora en pago de cuentas por cobrar, provoca fácilmente una crisis de flujo de caja si trabajas siempre al límite de tus ingresos.
Esta falta de liquidez complica el pago de aquellos gastos obligatorios y costos claves para el funcionamiento de la empresa. El factoring te ayuda a enfrentar esta emergencia, prever una nueva, incluso evitarla si lo planificas así. Aquí te explicamos cómo.
El factoring es un tipo de financiamiento ideal para las pequeñas y medianas empresas que requieren tener liquidez de manera fácil y rápida.
Por lo mismo, es importante que entiendas que generalmente funciona muy bien para empresas de rápido crecimiento que tienen una emergencia temporal de liquidez porque cometen las típicas malas prácticas que drenan hasta la caja más saludable.
El factoring ayuda, entonces, a salir de este problema entregando dos soluciones rápidas:
1. Alivio inmediato
Si tu empresa y la factura pasan la evaluación de riesgo, y la empresa de factoring acepta comprarla, habitualmente demorará entre 12 horas y 24 horas en transferirte el dinero; los tiempos varían según la compañía donde contrates este servicio.
Al momento de tener el dinero en tus manos, está en tus manos evaluar qué gastos operacionales, no operacionales y variables costear primero. Recuerda que como empresa tienes obligaciones legales como cotizaciones previsionales, sueldos e impuestos, y deudas crediticias.
2. Cuidar al cliente
A veces, la emergencia de liquidez no sólo es responsabilidad de los compradores deudores que no pagan. Posiblemente, el área en tu pyme a cargo de cobrar la factura simplemente no lo hace bien.
Este problema de cobranza genera otro conflicto aún mayor: una mala relación con el cliente, que contribuye a la desconfianza y quizás a futuros nuevos retrasos en el pago.
Es decir, todo el trabajo que hizo el equipo de ventas para concretar la compra está amenazado por una gestión comercial deficiente posterior a la venta.
Con el factoring, traspasas la cobranza a manos expertas. La empresa de factoring, ya sea directamente, o mediante una empresa de cobranza, toma las riendas y gestiona el pago de manera responsable.
La participación de un tercero en la cobranza quita presión a las tensiones con el cliente, y ayuda a que te enfoques en recuperar esa relación.
No te quedes en el pasado
El factoring no sólo te ayuda a salir de la urgencia y solucionar la emergencia. También te entrega las herramientas para optimizar la gestión financiera de tu negocio y prevenir que ocurran nuevamente estos problemas de liquidez.
Mientras más ocupes esta alternativa de financiamiento, buscarás posicionar mejor a tu empresa para negociar el pago de comisiones e intereses. Incluso, podrías llegar a poner a competir a varias compañías por la misma factura, eligiendo la que te ofrezca la mejor relación precio-calidad.
A medida que adelantas los pagos de tus facturas más valiosas y a programar de antemano el cobro de estos pagos, podrás enfocarte en solucionar otros problemas que aquejan el flujo de tu caja.
Conclusión
Las urgencias de liquidez son evitables. Por lo general responden a malas prácticas comunes de gestión financiera que tienen solución. Pero para salir rápido del embrollo, cuentas con el factoring como alternativa.
Este tipo de financiamiento inmediato es perfecto para pymes que están creciendo y que tienen problemas para que sus clientes les paguen o bien procesos de cobranza deficientes.
Ahora bien, las soluciones inmediatas que entrega el factoring no son su único aporte. Bien utilizada, es un instrumento efectivo para optimizar la contabilidad y tesorería, comprando tiempo valioso para que enfoques esfuerzos en hacer tu verdadero trabajo: hacer crecer la empresa.