¿Sabías que la mayoría de las pequeñas y medianas empresas fracasa porque no tiene dinero efectivo disponible?
Es una realidad incómoda, pero cierta. Como explica el gerente general de Logros Servicios Financieros, Pablo Sánchez Trullenque:
"Una pyme puede tener problemas para sostenerse en el mercado, aunque tenga buenas ventas, porque si no mantiene un flujo de caja adecuado que le permita hacer frente a sus compromisos, generará un estrés financiero que finalmente pondrá en riesgo su operación".
Lograr que esa liquidez fluya es difícil, sobre todo en los primeros años del negocio. ¿Cómo asegurar que siga circulando?
Además del factoring, las pymes tienen otras alternativas de productos financieros no bancario que ayudan a reforzar su flujo de caja y a empujar su crecimiento.
Estos productos son convenientes por sí mismos o como complemento de cualquier otro tipo de financiamiento. Su utilidad y beneficio dependerá del uso que le dé la pyme.
Por eso hicimos esta guía que aborda cada uno de estos financiamientos y cómo funcionan. El objetivo es que uses esta información para evaluar las opciones que mejor se ajusten a las necesidades financieras y capacidad de pago de tu negocio. No obstante, todas están pensadas precisamente para ser un apoyo.
Las 10 ideas principales que queremos que aprendas:
Es similar al factoring, porque hay un activo financiero negociable que intercambias por efectivo. En este caso, el documento en cuestión es la orden de compra (OC).
Es un financiamiento orientado a adelantar un porcentaje de los flujos futuros.
A diferencia del factoring con facturas, el desembolso ocurre cuando hay una solicitud de realizar el servicio o entregar el producto, pero no necesariamente está concretado.
Esto significa que tienes la capacidad de conseguir los productos o servicios que tus clientes solicitan antes de que se genere la factura. Este mecanismo permite utilizar los fondos de la OC para la compra de ciertos materiales o servicios necesarios para entregar el servicio o producto al cliente, incluso.
Al igual que el factoring, la empresa de factoring otorga el dinero según un porcentaje del monto total de la OC.
Es una oportunidad para aquellas pymes que necesiten financiar un inventario para completar sus transacciones de venta, que requieran un plazo máximo a financiar de 60 días y cuyas OC tengan claramente establecida una fecha de entrega y monto.
Está diseñado para personas naturales con giro y personas jurídicas que tienen un año mínimo de facturación ininterrumpida en su negocio.
Si cumples el perfil y quieres solicitar un crédito para capital de trabajo, también es importante que, al momento de hacer la solicitud, no tengas morosidad ni protestos, aunque se aceptan IVA postergados o en convenio.
Asimismo, debes acreditar ventas y patrimonio positivo.
Solicita un crédito para capital de trabajo para financiar la adquisición de activos que te ofrezcan rendimiento en el corto o mediano plazo. Esto es lo que necesitas para hacerlo:
Son 7 situaciones comunes que generalmente motivan a las pymes a pedir este tipo de crédito ante un banco o una empresa de servicios financieros no bancarios:
Ambas opciones inyectan capital a tu pyme en un lapso de entre 12 y 24 horas, una vez que la empresa de servicios financieros aprueba la operación.
En ambos casos el dinero obtenido no constituye deuda en el sistema financiero y son instrumentos que tienen su propia regulación: la Ley 19. 983.
Esta modalidad también anticipa flujos, pero sobre contratos vigentes entre la empresa que lo contrata y sus clientes.
Estos contratos pueden ser indefinidos o a 12 meses con renovación automática y deben indicar la forma, periodicidad y monto del pago.
Para que la empresa de factoring acepte financiar los contratos, es necesario que estos sean de calidad y que la empresa:
El financiamiento de contrato es más atractivo para la pyme que los préstamos tradicionales de las instituciones bancarias, sobre todo en términos de rapidez y practicidad. Pablo Sánchez Trullenque, Gerente General de Logros Servicios Financieros, explica que los bancos aún exigen muchos requisitos para otorgar recursos, entre ellos una contabilidad sofisticada y buenos resultados los primeros años.
Esto es algo muy complejo cuando una pyme empieza, sobre todo durante sus primeros tres años, conocidos como el "valle de la muerte".
Es un tipo de factoring que funciona como un crédito directo que se respalda con cheques del cliente que se cobran en función de las cuotas pactadas.
Está diseñado para reprogramar pasivos y cubrir déficits de caja transitorios a través de liquidez inmediata disponible. Es útil para personas naturales con giro y personas jurídicas que tengan un año de antigüedad en su negocio y que no tengan morosidad y protestos.
Entre las ventajas del factoring financiero están: