Uno de los problemas más grandes para cualquier emprendedor es sortear pagos atrasados de sus compradores.
Estas cuentas por cobrar terminan afectando la liquidez del negocio, sobre todo en el caso de las pymes debido a relaciones desiguales con grandes empresas que suelen imponer sus propias condiciones de pago de las facturas.
Afortunadamente, este panorama promete cambiar con la entrada en vigor de la Ley de Pago a 30 Días. En este blog te explicamos todo lo que tienes que saber sobre ella y cómo beneficiará a tu negocio.
En enero de 2019, el gobierno chileno promulgó la la Ley No. 21.131, mejor conocida como “Ley de Pago a 30 Días”. Para que fuera una realidad, esta regulación necesitó varios años de insistencia de parte de los emprendedores chilenos.
El proyecto de ley pasó por 5 trámites legislativos y demoró casi 3 años antes de que fuera ratificado y anunciado como tal por el Presidente Sebastián Piñera, según una reseña sobre esta legislación de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile.
La nueva norma marca un hito en la economía chilena, pues se prevé que “impactará a más de 1 millón de pymes y, por lo tanto, a los más de 4 millones de personas que viven en torno a ellas”, informó el gobierno en su oportunidad.
¿En qué consiste la Ley de Pago a 30 Días?
Esta nueva norma jurídica determina que todas las facturas que una empresa emita a un organismo, que puede ser público o privado, debe ser pagada en su totalidad en un plazo no mayor a 30 días.
Si el cliente comprador no cumple este plazo de pago, comienzan a correr intereses por cada día de retraso y se aplica una comisión moratoria.
Ahora bien, la ley entra en vigencia el cuarto mes después de su publicación el 16 de enero de 2019 en el Diario Oficial. Es decir, recién el 16 de mayo de 2019 está activa.
Según informa el gobierno, estas son las características principales en la Ley de Pago a 30 Días:
Plazos
La aplicación de la ley es gradual. Durante los primeros 24 meses desde su publicación en el Diario Oficial, es decir, hasta enero de 2021 los compradores todavía tendrán hasta 60 días corridos para pagar las facturas.
Entonces, recién a partir del mes 25, febrero de 2021, comenzará a regir el límite de 30 días corridos.
No obstante, hay excepciones. En el sector público la ley se aplica a partir de un año, mientras que para las municipalidades y el sector salud en el mes 29 de su aparición en en el Diario Oficial. Los mismos tiempos rigen para los intereses, comisiones moratorias y régimen de responsabilidad.
Aún más, existe la posibilidad de que proveedores como compradores acuerden un plazo especial de pago superior a 30 días, pero en casos muy excepcionales. Esto debe estar por escrito en un documento que el proveedor debe inscribir en un registro del Ministerio de Economía, entre otras condiciones.
Intereses
En caso de que los clientes compradores o acreedores incumplan los plazos establecidos por ley, serán considerados como deudores en mora, y como tales deberán pagar intereses corrientes y una comisión fija por recuperación de pagos del 1% sobre el saldo insoluto adeudado.
Guía de despacho electrónica
Un pilar fundamental de esta ley es la emisión de una guía de despacho electrónica que ayuda a determinar en qué momento se hizo la orden de compra y desde qué momento comienza a correr el plazo de 30 días.
El objetivo de esta herramienta es terminar con el famoso "bicicleteo", o búsqueda de liquidez temporal mientras la pyme esperaba que le paguen, como explicó en su oportunidad el ministro de Economía, José Ramón Valente, en entrevista con CNN Chile.
Esta guía será implementada a partir de un año de la publicación de la ley en el Diario Oficial, es decir, enero de 2020.
Competencia desleal
Si los clientes deudores incumplen los plazos establecidos o pretenden ejercer conductas abusivas o crear cláusulas contractuales que atenten contra los proveedores (por ejemplo, pactar intereses moratorios inferiores a los dispuestos por ley), entonces incurrirán en competencia desleal.
¿Cómo beneficia la ley de pago a 30 días a las pymes?
El retraso de los pagos por clientes deudores es una de las principales situaciones que ponen el peligro el flujo de caja de una pyme. En ese sentido, se espera que la Ley de Pago a 30 Días equilibre la balanza entre las grandes empresas y las pequeñas.
Con esta nueva norma y, de manera complementaria, con ayuda de las diversas fuentes de financiamiento a las que puedes recurrir para financiar la operación y gestión de tu negocio, el panorama para las pymes mejora considerablemente.
Conclusión
La Ley de Pago a 30 Días es un gran avance para las pymes del país porque su ejercicio nivelará las relaciones entre proveedores y clientes, sean estos últimos otras pymes, grandes empresas o instituciones del Estado.
Esta nueva norma también dará pie a mejoras a largo plazo en cómo las empresas organizarán sus compras, ventas, facturas, guías de despacho, y pago. Es de esperar también que su correcta instalación contribuya a optimizar la gestión financiera de estos negocios.
Ahora bien, recuerda que esta ley será aplicada de manera gradual durante dos años, lo que requerirá de paciencia de parte de las pymes y voluntad de pago de los clientes deudores.