Después de varios años ausente, Chile volvió este martes a presentarse en la feria Foodex Japón 2017, la exhibición más grande de este mercado dedicada a los alimentos y bebidas.
Las empresas Huertos del Valle, Ízaro, Viña de Aguirre, Valbifrut, Apaltagua, Cremaschi Furlotti y la marca sectorial Chile Olive Oil, expondrán hasta el próximo viernes 10 una selección de productos como nueces, aceite de oliva, frutos deshidratados, vino, entre otros, en un pabellón de 72 metros cuadrados habilitado por ProChile para la búsqueda de negocios en el mercado nipón.
Este regreso a Foodex se da en el marco de la conmemoración de los 120 años de relaciones diplomáticas y a una década de la entrada en vigencia del Acuerdo de Asociación Económica Estratégica, que ha otorgado importantes preferencias arancelarias a las exportaciones chilenas.
Es así como en estos diez años las exportaciones de alimentos desde Chile hacia el mercado nipón han crecido un 15%, pasando de US$ 1.155 millones en 2006 a US$ 1.333,7 millones en 2016.
Las preferencias arancelarias otorgadas a los productos chilenos en el acuerdo vigente han permitido, por ejemplo, que los salmones del Pacífico congelados paguen un arancel promedio de 0,3% en el mercado japonés en 2016, frente a un arancel NMF de 3,5% (Nación Más Favorecida, arancel de los países miembros de la OMC), posicionando a Chile como el principal proveedor de Japón el año pasado, frente a otros competidores que lo siguen como Rusia y Estados Unidos. Lo mismo sucede con las truchas congeladas.
Otro caso interesante es el vino tinto embotellado, que gracias al acuerdo enfrenta un arancel promedio de 20,36 yenes por litro, frente a un NMF de 112 yenes por litro. “Estas preferencias arancelarias han permitido que los importadores japoneses puedan acceder a productos de calidad a un mejor precio, y por ende, que los consumidores finales puedan llevar hasta su mesa productos con reconocimiento internacional”, destaca Mikhael Marzuqa, agregado comercial de ProChile en Japón.