¿En qué etapa está tu negocio? La respuesta a esta pregunta te indica a qué tipo de financiamiento puede acceder tu pequeña y mediana empresa (pyme) para funcionar.
El ciclo de vida tradicional de una pyme se divide en cuatro grandes etapas y en cada una de ellas la necesidad de capital es distinta:
No obstante, el objetivo de este capital puede resumirse en dos grandes usos: dinero para empezar (capital inicial) y dinero para funcionar (capital de trabajo).
En esta etapa, necesitas capital inicial.
Sin embargo, es en esta fase cuando el negocio da sus primeros pasos y cuando más escasean las opciones de fuentes de financiamiento. En la práctica, son dos principalmente:
Por lo general, a los emprendedores que recién están comenzando se les recomienda financiar el primer ciclo del negocio con recursos propios en mayor parte.
¿Cómo? Mediante ahorro, préstamos a familiares o amigos de confianza, o tras la venta de algún bien de valor. ¡Pero cuidado con sobre endeudarte! O arriesgas caer rápido en Dicom.
Entre las ventajas de esta alternativa de financiamiento están:
El Gobierno ofrece una amplia variedad de alternativas de financiamiento de capital inicial para emprendimientos. Los más conocidos son Capital Semilla y Capital Abeja de la agencia Sercotec y las líneas de Corfo. Conoce más sobre estos programas estatales en este listado realizado por el portal de educación financiera Con Letra Grande.
Normalmente, las líneas de financiamiento estatales no requieren la devolución del dinero, pero sí estructurar el negocio con un plan a largo plazo y cumplir ciertos hitos financieros y sociales, lo que ayuda al emprendedor a organizar todo desde el principio.
En esta etapa, tu empresa debe estar 100% operativa y cumplir con la definición de pyme del Servicio de Impuestos Internos (SII): ventas anuales de entre 2.400 UF y 25.000 UF. Entonces, necesitas capital de trabajo.
Los emprendedores se enfocan en aquellos pequeños grandes detalles que surgen cuando la operación está en marcha, desde la captura de nuevos clientes hasta el pago de sueldos o inversión para crecimiento del negocio.
Es la etapa que requiere conseguir el dinero necesario para financiar gastos operacionales y futuras inversiones.
Por lo general, las pymes necesitan acreditar ventas constantes a partir de los 6-12 meses de funcionamiento para acceder a las alternativas de financiamiento que funcionan mejor en esta fase, como son:
Por ende, a medida que tu negocio se consolida y alcanza un estado de maduración, puedes combinar y asignar relevancia a cada una de estas fuentes de financiamiento según sea tu necesidad de fondos.
Te recomendamos analizar tus alternativas una vez que organices tus finanzas y salgas de deudas.
Las puertas a las alternativas de financiamiento disponibles se abrirán o cerrarán a tu pyme dependiendo de cuán avanzada esté en su ciclo de vida.
En las etapas de incubación y despegue es cuando más cuesta acceder a fondos. Por eso el ahorro personal y los programas públicos y privados de financiamiento son tan útiles para el emprendedor en esta fase.
En tanto, cuando la pyme ya alcanzó cierta consolidación o madurez, es cuando las alternativas se amplían.
Sin embargo, los administradores del negocio deben poner mucho cuidado al momento de acceder a estos fondos, ya que no todas las opciones funcionan para todas las pymes por igual.