El banco es clave, porque estará respirándonos al oído todos los días y, en momentos de necesidad, podría ser nuestro salvador o llevarnos directo al fracaso.
La revista Forbes destaca que la entidad que elija no sólo debe ser un lugar donde el empresario guarde su dinero, sino una institución que facilite el desarrollo de su negocio, ofreciéndole guía y apoyo. En general una pequeña o mediana empresa trabaja con uno o dos bancos, por lo que es importante analizar los servicios básicos que éstos ofrecen.
Servicio en línea.
Un emprendedor no tiene horario de oficina y no todos los bancos son 100% online. Busque el que más le acomode y piense en qué tan necesario es este servicio para su trabajo diario.
No sirve que el banco funcione solamente en horario de oficina: los emprendedores tienen poco tiempo disponible, por lo que los servicios online evitan que tengan que acudir constantemente a esa institución.
Qué tan atractivos son los incentivos.
Otro aspecto que deberá tener en cuenta son los incentivos que ofrecen las distintas instituciones. Muchos bancos ofrecen tentadoras ofertas para la entrada pero es necesario calcular, en el tiempo, qué tan beneficiosas son para nuestra empresa.
Conocer al banco.
Forbes aconseja a los emprendedores conversar con la mayor cantidad de bancos y sobretodo con emprendedores que sean clientes de estas instituciones, antes de hacer una elección. El boca a boca es útil.
Cercanía.
Está bien, la meta es ir lo menos posible al banco, pero si tengo que depositar todas las semanas mucho efectivo, lo más lógico es tener cuenta en el banco más cercano. Igual ocurre si el banco con más beneficios tiene, por ejemplo, sucursales sólo en Santiago y mi empresa está en Curicó, por ejemplo. La cercanía es estratégica.
Especialización.
Los empresarios deberán además fijarse que los bancos estén preparados para trabajar con pymes. Hoy casi todas las entidades tienen banca empresas especializadas y con segmentación por tamaño o rubro, esto los hace entender la estacionalidad de nuestro negocio.