Si nueve de cada 10 empresas desaparece en menos de un año, el gran riesgo está ahí. ¿Qué hacer? ¿Qué no hacer?
La tarea no es simple. Es que no basta con una buena idea, las compañías pueden quebrar por múltiples hechos. Acá van cuatro de los más comunes. Si tienes la oportunidad de emprender, el consejo es tenerlos en vista, para no cometerlos o corregirlos antes de que te cuesten tu emprendimiento.
- Estandarizar: No lo sabemos todo, menos podemos controlar todo lo que pasa en la empresa. Es que aunque sea nuestra, no somos los mejores para tomar todas las tareas. Quizá lo sensato es hacer lo contrario: Si tuvieras que contratar a alguien para estar a cargo de alguna tarea en tu empresa, ¿de verdad te contratarías? De igual manera, no todos los procesos tienen la misma lógica. Confía en quien sabe.
- Verte bien: No basta una buena idea: tu idea también tiene que parecer que es muy buena. La primera impresión es la que vende, y aunque tu te conoces, es poca la gente que sabe cómo ubicarte. Nombre, colores, orden, página de buena factura y datos claros de contacto. Tienes que hacer que si un cliente te busca, te encuentre.
- Planifica. Ir improvisando por la vida no es una buena estrategia de desarrollo sustentable para tu emprendimiento. Planifica con costos mínimos y máximos, y ajustate a ellos.
- Revisa: La única manera de aprender es mirar atrás, ver tus errores y aciertos, y aprender de ellos.Si no lo haces, nadie te los dirá, y tu empresa podría ir directo a la quiebra, sin que tu lo sepas.
