No hay relaciones comerciales perfectas. Pero sí pueden ser rápidas, expeditas y directas para que tu negocio funcione de la mejor manera posible.
Uno de los factores más determinantes para el éxito o fracaso de una empresa son las relaciones con otros actores económicos, como son los proveedores y los clientes, y las diferentes dinámicas que se dan en ese espacio.
Tener una buena relación con clientes y proveedores es vital para evitar que los clientes se cambien a nuevos competidores por un concepto de precio, asegura Patrick Sepúlveda, académico de la Escuela de Administración y Gestión de la Universidad del Pacífico.
El experto enfatiza que las empresas no son pequeñas islas, sino que forman parte de un gran escenario económico. Así, la clave está en adaptarse a los cambios y tener una planificación que deje un espacio para las probables variaciones en el mercado.
Hay que tener claro "qué se necesita y cuánto nos cuesta, para luego dar otro paso: organizar los recursos de manera eficiente para que se comiencen a producir las actividades o productos necesarios para cumplir el objetivo. Nunca olvidar que las planificaciones se realizan en un momento dado, con una realidad específica, por lo que se debe ser lo suficientemente flexible para que afrontar un cambio en lo que se tenía pensado”, apunta.
En ese sentido, recalca que es importante que la planificación se adapte fácil y rápidamente a los cambios de escenarios que se generen en el medio ambiente.