Uno de los principales conflictos que surge cuando un emprendimiento comienza a estabilizarse es cuál será el rol de la familia dentro de la empresa.
Acá el problema es doble: cómo organizar a la familia, pero además hacer compatibles las cualidades de los familiares con las características de la empresa y de la industria en la cual está inmersa.
Un desafío que presenta el crecimiento y continuidad de la empresa familiar dice relación con una clara división de roles dentro de la misma. Lo anterior, considerando que en la mayoría de las empresas familiares, la propiedad, administración y control de la compañía son ejercidas por la misma persona.
Por eso, cuando la empresa crece, y aunque no sea tan grande, los expertos recomiendan la creación de un “Gobierno Familiar”, que organice las funciones dentro de la compañía, y no lesiones las relaciones familiares.
¿Qué debería tener este Gobierno Familiar?
Los expertos coinciden en que, no importando el tamaño de la compañía, las familias deben decidir al menos lo siguiente:
La idea de este gobierno familiar es regular la gestión y las relaciones patrimoniales de la familia dentro de la empresa, que facilita la toma de decisiones entre la familia controladora de la compañía.
Hay muchas maneras de hacer patente este gobierno, pero la más preferida por expertos y abogados es la redacción de un Protocolo Familiar, un acuerdo privado en donde todos los familiares se comprometen a cumplir con una estructura, realizar funciones y aceptar decisiones según proceso establecidos.
Su fin último es mantener unida a la empresa y a la familia, y permanecer en el tiempo.